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* Es posible que esto sea toda
la historia, solo un día?
/Una noticia
de ayer, perdida en la penúltima
página, la cotización caída ?/
Te cobran por la fuerza, los arriendos
vencidos de la tierra, te cobran por las cosas
que tu lámpara hizo agonizar a puro nimbo
y por el corazón y sus jóvenes bestias
que pacen suspirando:
la pólvora, tu amante,
se sacude las manos: “asunto concluido”./
Ya eres el que ibas a ser, el mismo polvo
del que algo te aliviaba tu cepillo de ropa./
Cumpliré tus encargos, sigo siendo
el que eras. Ave de paso. Animal profético.
Salud, ángel de paso, irremediablemente intacto.
De “Los cuadernos de la tierra” (IV) 1952 – 1962
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